Cosas qué hacer y qué ver en Alquife

Lo primero que llama la atención, si quieres conocer esta zona, es que dos de las posibles vistas a realizar el Castillo de la Calahorra y las minas de Alquife exclusivamente se puedan realizar un día a la semana y en concreto sea el mismo día, el miércoles y para mas dificultad en los mismos horarios con lo cual no nos quedo mas remedio que optar por una de las dos visitas y nos decantamos por el castillo que nos despertaba mas la curiosidad .Si te interesa realizar esta vista se realiza en dos turnos el primero es a las diez de la mañana y el segundo a las once horas, existe una pagina web en la que se gestionan las visitas y tambien atienden en un numero de teléfono.Por todo lo anterior nuestra vista a la zona de las minas, se redujo a caminar a lo largo de la zona que ocuparon en su día las viviendas de los trabajadores y sus familias.En la actualidad muestra un total abandono y la impresión de pueblo fantasma, a mi me recordó mucho tanto en su aspecto como en la tristeza que inspira al poblado abandonado de las minas de Rodalquilar en Almeria.

Es una buena oportunidad para ver y descubrir como funciona una mina, el entorno, su encaje en la zona y cómo vivían y trabajaban los mineros. Al ser a cielo abierto, el espectáculo está garantizado.

Situada en las afueras de la población de Alquife, en la carretera que va hacia la Calahorra, vale la pena desviarnos poco más de kilómetro y medio para contemplar la que fue la mina de hierro más importante de España y una de las más importantes de Europa. Conocida ya desde época romana, su auge se produjo a partir de la década de los 60 del pasado siglo, estando en funcionamiento más de treinta años, hasta su cierre en 1996, debido a que había dejado de ser rentable. Aunque se encuentra cerrada al público, aún puede observarse parte del poblado minero, algunas de las instalaciones industriales, el puente de hierro, las vías del tren que transportaba el mineral al puerto de Almería y, sobre todo, la impresionante colina formada por todo el sedimento extraido durante la explotación de la mina. Desgraciadamente, al estar vallado, no podemos ver el impresionante pozo de 200 metros de profundidad de donde se extraía el mineral, hoy cubierto parcialmente de agua al haber alcanzado el nivel freático. Podemos observar una vista aérea muy interesante a la entrada de las instalaciones e, incluso, podemos ver su impresionante tamaño en Google Maps. Como digo, es una visita muy interesante para comprender el pasado de la población; vale la pena dedicarle un rato.

Puedes ver las minas si solo subes un poco por la colina, en realidad hay un gran lago en la antigua mina. En algún lugar cerca de allí filmaron para una escena en la película "Érase una vez en el oeste", una calle de escena en una estación de ferrocarril.