Cala d'Aiguafreda (Begur)

Cala d’Aiguafreda, situada en Begur, es un verdadero oasis de tranquilidad en la Costa Brava. Aunque no cuenta con una playa de arena, su agua cristalina y limpia es un auténtico deleite para los sentidos. Puedes acceder a la cala en coche, aunque es importante tener en cuenta que el espacio de estacionamiento es limitado. Otra opción es caminar por el camino de ronda, disfrutando de un entorno de pinos precioso. Además, esta cala es perfecta para aquellos que buscan evitar las multitudes, ya que es menos concurrida que otros destinos turísticos cercanos. Incluso cuenta con un chiringuito donde puedes disfrutar de una refrescante bebida.

Aiguafreda es una cala de rocas con un pequeño embarcadero, ideal para aquellos que deseen disfrutar de un ambiente tranquilo y alejado del bullicio. La ausencia de arena la convierte en una opción perfecta para aquellos que buscan pasar un tiempo relajado y en contacto con la naturaleza. A solo unos metros de la cala, encontrarás un aparcamiento por un costo diario de 3 euros. También hay un bar-restaurante donde puedes disfrutar de comida y bebida, así como una zona de alquiler de hamacas para mayor comodidad.

En Cala d’Aiguafreda podrás sumergirte en aguas transparentes y gozar de un ambiente tranquilo. Aunque es una cala pequeña sin arena, cuenta con un muelle de hormigón donde puedes tomar el sol y darte un baño. Si te gusta caminar, te recomendamos que te acerques desde Sa Tuna, disfrutando de un agradable paseo por el camino de ronda. Esta cala es perfecta si buscas un lugar tranquilo para relajarte y disfrutar del entorno natural. Sin embargo, ten en cuenta que no encontrarás una playa de arena y, si prefieres ese tipo de destino, es posible que quieras explorar otras opciones.

Begur es conocido por su belleza y sus calas no se quedan atrás. Cala d’Aiguafreda, en particular, es pequeña pero acogedora. Se encuentra en un entorno maravilloso rodeado de montañas, aunque lamentablemente también hay un número considerable de casas y hoteles en los alrededores. Durante mi visita en agosto de 2020, noté que había mucha gente en la cala, incluso considerando las circunstancias actuales con el Covid-19. Esto indica que el lugar ha dejado de ser tan tranquilo como solía ser. Además, es importante señalar que hay muchas lanchas y botes en la cala, lo que puede afectar la pureza del aire debido al olor de la gasolina. Sin embargo, si llegas temprano, podrás aprovechar el amplio estacionamiento por 3 euros al día. También puedes optar por aparcar en la montaña antes de llegar al aparcamiento, aunque tendrás que caminar un poco más para llegar a la cala. Recomiendo llevar calzado adecuado para trepar y descansar sobre las rocas para aquellos más aventureros. Además, hay un chiringuito donde puedes encontrar comida y bocadillos a precios asequibles.